Adaptado a tu hogar y necesidades
Moderno, clásico, vintage, empotrado, con cajones… Es importante dejar a un lado las modas y escoger el estilo que mejor encaja con el resto de la estancia, pero sin quitarle el protagonismo que merece.
Satisfacer tus necesidades es el objetivo, por lo que te aconsejamos crear un listado de todas las cosas que tienes pensado guardar en él.
No es lo mismo para un dormitorio pequeño y juvenil que para un gran vestidor con percheros amplios, espejo y un cajón para joyería (¿por qué no?). Y no es lo mismo eso que un armario para el salón, con tamaño pensado para vitrinas y libros; que para el comedor, con cajones para vajilla, copas y manteles y un aparador.
Ser realistas con el espacio
Lo más común es contar con unas dimensiones limitadas. Para sacarle el máximo partido debemos tener en cuenta las alturas, la nivelación de suelo con techo, cada ángulo, los accesorios que hay que incluir…
Otra gran idea es optar por baldas extraíbles, así aprovechamos todo el espacio del fondo. Tener en cuenta las puertas es clave, ponerlas o no dependerá del espacio que tengas libre delante para no bloquear el paso.
En este sentido, es fundamental tener en cuenta el fondo disponible. Si la puerta es batiente, como mínimo necesitamos 59-60 cm de fondo. Si es corredera, al menos 68 cm, ya que debemos considerar el ancho del carril. ¿Por qué importa todo esto? Porque si el fondo es ajustado, quizá no quepan las perchas.
En un vestidor, las puertas deslizantes podrían ser la mejor opción, ya que la sensación de amplitud será mayor si la capacidad es reducida.
Materiales fáciles de limpiar, que den luminosidad y te permitan encontrar todo fácilmente. Esas consideraciones básicas que hacen tu día a día más cómodo.
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Con la estructura al descubierto. Si elegimos una madera bonita, que luzca bien, podemos dejar el esqueleto del armario a la vista, ahorrando muchos costes en vestirlo. Además, si eres un manitas, ya sabes cómo hacer un closet tú mismo de una forma relativamente sencilla,
Materiales que debemos tener en cuenta para hacernos un armario
Las herramientas que necesitas para hacer el armario son un taladro, un martillo, metro, bolígrafo, tornillos, una regla y bisagras
Pasos a seguir para hacer nuestro armario
1. Toma las medidas
Mide el lugar donde quieres colocarlo: la altura, anchura y profundidad. Si el espacio es irregular, no te preocupes, podrás combinar distintas opciones para aprovechar al máximo cada rincón. Si quieres añadir puertas abatibles, suma 50 a 60 centímetros libres delante del módulo.
2. Elige los módulos del interior
Escoge primero entre las distintas medidas disponibles:
Los tienes de 40, 100, 200 y 240 cm de alto. Esto te da mucho juego. Los módulos de 240 cm te permiten sacar partido al espacio superior.
Vienen de 40, 60 y 80 cm de ancho. Así puedes cubrir de pared a pared, maximizando el aprovechamiento del espacio. Porque tienes opciones con pequeñas diferencias de solo 20 cm.
Los hay de 30, 45 y 60 cm de fondo. La variedad de profundidades es clave. Si no tienes espacio suficiente para el fondo tradicional de 60 cm, despreocúpate: puedes crear un vestidor en toda regla con módulos de 45 cm.
Además, tienes el módulo de rincón para aprovechar las esquinas. Es perfecto para hacer vestidores en L o en U.
Una vez que elijas los diferentes módulos y accesorios, puedes montarlos tú mismo. Recuerda que traen todo lo necesario: instrucciones, tornillería de montaje y herrajes para fijarlos a la pared.
¿Ya sabes cuáles son los módulos que necesitas? Ahora toca escoger el color. Además del blanco, tienes gris, textil y roble. Puedes elegir uno, ¡o combinarlos como quieras! El efecto decorativo está asegurado.
3. Completa con cajones y baldas
Los cajones y baldas de SPACEO HOME vienen en kits fáciles de montar, con su tornillería incluida. Además, se acoplan perfectamente a los módulos gracias al sistema de cremalleras: una serie de orificios situados a distintas alturas. Tú decides dónde colocar cada balda o cajón.
Cajones interiores. Vienen en completos kits que incluyen el frente de cajón en los cuatro acabados de la serie SPACEO HOME. Los hay para acoplar en todos los módulos de interior: vienen en tres anchos y tres fondos. El alto del cajón es de solo 16 cm, perfecto, por ejemplo, para guardar pequeños accesorios o prendas delicadas.
Cajones exteriores. También están disponibles en los tres anchos y tres fondos de los módulos de interior. Al kit básico de cajón, tienes que añadirle el frente que escojas: los tienes en varios acabados. Además de los cuatro de la serie, dispones del modelo Lucerna (en blanco y roble) y el modelo Tokyo (en blanco, gris, azul y pizarra). Estos cajones vienen en tres altos distintos: 10, 20 y 40 cm. Puedes combinarlos como quieras. Y algo muy importante: todos los cajones tienen sistema de apertura total. Así al abrirlos tienes todo a la vista. Además, son de cierre suave. Los más voluminosos (de 20 y 40 cm de alto) disponen de un sistema de amortiguación. ¡Adiós a ruidos y golpes!
Baldas. También están disponibles en los tres anchos, tres fondos y cuatro acabados de los módulos de interior. Además, las hay especiales para los módulos rincón. Tienen sistema antivuelco.
Aunque el vestidor por definición es un armario abierto, puedes cerrarlo total o parcialmente con puertas de la misma serie. O dejarlo abierto y, en un futuro, añadirle las puertas que quieras.
Las abatibles tienes varios modelos distintos para todos los tamaños de módulos. Además, las puedes elegir con tiradores o con el sistema de apertura push open: empujas un poquito y la puerta se abre. Recuerda prever 50 a 60 cm libres por delante del módulo para poder abrirlas.
Las correderas te permiten aprovechar el espacio al máximo porque no hay que reservar centímetros despejados delante para abrirlas. Las hay de 60 y 80 cm de ancho para los módulos de 240 cm de ancho.
Los accesorios
Perchas. Además de las perchas tradicionales, tienes sistemas extraíbles y ganchos que se acoplan por fuera del módulo.
Zapateros. Los hay para todos los anchos de módulo (40, 60 y 80 cm). Los modelos extensibles se fijan en los laterales y se deslizan hacia fuera para acceder a todos los pares de zapatos.
Pantaloneros y porta corbatas. Los hay fijos y extensibles y con distintas capacidades. Se acoplan en los módulos de 60 y 80 cm de ancho.
Cestas extraíbles. Vienen en distintos tamaños. Se acoplan en uno o ambos laterales de los módulos de 40, 60 y 80 cm de ancho. Se deslizan como un cajón, con la ventaja de tener su contenido siempre a la vista.
Barras. Las hay de distintos tipos. Para saber cuál te va mejor, tienes que tener en cuenta el tipo de prendas y su peso, el acabado de los módulos y las medidas de tu vestidor. Una vez que hayas elegido la barra, busca los soportes adecuados a su forma y acabado. Los hay para barras redondas y ovaladas. Coloca uno en cada extremo de la barra. Hay soportes laterales y superiores. Además, si la barra mide más de un metro de largo, añade un soporte central para que no se combe por el peso.
Solo nos queda organizar nuestra cosas
Un lugar para cada cosa, una cosa para cada lugar. Para aprovechar al máximo el espacio, no debes dejar ni un solo hueco vacío. En este sentido, incluso el rincón menos accesible es aprovechable, eso sí, otorga espacios recónditos a prendas que usas menos o te desesperarás. Así, por ejemplo, las partes más altas de tu armario o vestidor son el sitio ideal para las maletas o la ropa de cama de la pasada temporada.
Jerarquiza la ropa. Aplica un esquema para organizar tu armario y todo te resultará más fácil de ubicar. Puedes hacerlo siguiendo varios criterios:
Por uso: ropa de diario, ropa deportiva, ropa de trabajo.
Por tipología: camisas, blusas, pantalones, faldas, camisetas.
Por color: coloca la ropa en degradado de color, tanto en las perchas como en los cajones.
3. Analiza el orden en el que te pones la ropa. No todos nos vestimos igual, hay quien se pone los calcetines antes que los pantalones y hay quien no. El orden en el que te pones las prendas te dará como resultado una circulación diaria frente a tu armario, corrige esta línea de circulación si notas que no es fluida o eficaz, por ejemplo si tienes que ir y volver varias veces al mismo punto.
Reducir al máximo el volumen ocupado por aquellas cosas que no vas a usar durante algún tiempo. De esta forma, ganas espacio para todo lo demás. Para hacerlo, puedes usar algunos trucos como las bolsas compactas que envasan al vacío, usar las bolsas originales de la ropa de cama para guardar otras prendas, almacenar prendas muy voluminosas en las maletas y utilizar el mismo modelo de percha, puesto que, al encajar perfectamente unas con otras, ocupan menos espacio en la barra que siendo diferentes.
Los complementos y su capacidad para desordenarse solos. A veces parece que los complementos tienen vida propia y que no los encontramos en su sitio, los cajones. Para solucionarlo, puedes pasar a colgarlos en perchas múltiples o distribuirlos usando un organizador de cajón o cajas pequeñas. De esta forma no se mueven nunca más. Este sencillo truco es muy práctico también para la ropa interior.