La buhardilla es una parte de tu casa que requiere de un aislamiento que permitirá mantenerte cómodo a pesar del frío en el invierno o del calor en el verano, de esta manera sea un espacio en el que puedas estar más tranquilo y seguro. Hay muchas cosas que debes tener en cuenta aparte del aislamiento térmico es el aislamiento acústico.
Al momento de decidirte a realizar el aislamiento debes considerar revisar primero en que condiciones se encuentra la cubierta de la casa, ya que esta parte es la que normalmente sufre daños por parte de distintos factores como la nieve, la lluvia, las altas temperaturas, el viento, si está en buen estado solo habrá necesidad de hacer el aislamiento en la parte interior de la buhardilla, haciendo menos costoso el trabajo.
¿Cómo aislar una buhardilla correctamente?
Para realizar un buen aislamiento de la buhardilla debes tener en cuenta que hay que considerar tres puntos importantes, techo, paredes y suelo, de igual manera elegir un buen aislante térmico. Por lo tanto es recomendable que se haga una revisión que permita comprobar el estado de la cubierta de esto dependerá que se aísle la parte interna o también la externa.
Hay una serie de pasos a seguir para hacer el mejor aislamiento, primero debes hacer unas perforaciones en los rastreles que permitirá colocarlos en todo el techo, debes utilizar un taladro específico para este material. Al tener todos los listones mecanizados, los presentas en todo el techo, y teniendo como guía los orificios del rastrel se procede a taladrar la superficie.
Se añaden los tacos de nailon a los tirafondos y con un martillo se introducen en los orificios, luego se sujetan las piezas al techo, y se aprietan los tirafondos con un taladro adecuado para los mismos, se taladran los rastreles verticales y se colocan en el techo teniendo una distancia de 50 cm entre cada uno de ellos. Para colocar el aislante se suelta la tira y se presenta en el techo teniendo un margen de 10 cm en el perímetro.
Para sujetar el material a los rastreles se usan unas grapas, con un cortante se retira el sobrante y se coloca la siguiente tira del aislante la cual es la que se acaba de cortar solapando la tira con unos 5 cm. Con grapas se sujetan la manta a los rastreles, con los recortes se puede aprovechar muy bien el material, el cual permitirá mantener el calor en la casa.
Se continúa el proceso hasta cubrir con el aislante todo el techo, para terminar mediante una cinta adhesiva metálica se sellan todas las uniones para reforzar más el aislamiento. De esta manera ya tienes el espacio aislado, de una forma sencilla y limpia y en poco tiempo.
¿Cuánto cuesta aislar una buhardilla?
Para determinar el precio hay ciertos factores a tener en cuenta, uno de ellos es que se necesita saber la cantidad de m² que tenga el desván esto te ayudará a saber en parte el costo por el trabajo, de igual manera se necesita saber si el aislamiento incluye solo el techo o las paredes y el suelo, y por último también los materiales a utilizar, incluso si se necesita una construcción extra, todos estos factores determinarán el precio final.
Beneficios de aislar una buhardilla
La buhardilla es la parte más alta de la vivienda por lo tanto las altas y bajas temperaturas evitan que puedas estar allí cómodamente, por este motivo es importante realizar el aislado a la buhardilla que le de la resistencia para contrarrestar los distintos cambios climáticos.
Con el aislamiento del suelo además de conseguir una temperatura más cómoda en la buhardilla obtendrás también en la planta de abajo de la casa un ambiente más agradable.
El aislamiento te permite ahorrar en facturas de luz teniendo una eficiencia energética, haciendo que los sistemas de calefacción y climatización funcionen de una mejor manera, ya que en este espacio suele perderse un 35 % de energía **debido a que el **aire caliente pesa menos lo que hace que suba fácilmente y se escape al exterior, y además evita los usos excesivos del aire acondicionado y la calefacción.
Aislar la buhardilla te permitirá tener un espacio extra en tu vivienda sin gastos excesivos, el que podrás usarlo para distintos motivos, como una sala de juegos, como una habitación o para otro cualquier uso.
Si en algún momento deseas poner en venta o en alquiler tu casa, que cuente con aislamiento le dará mucho más valor del que posee, ya que posee otro espacio más disponible para su uso.
¿Qué materiales se debe usar para aislar una buhardilla?
Hay distintos materiales que se utilizan para el aislamiento de buhardilla perfecto, estos son los más usados por su gran calidad: la celulosa, la lana de roca, la fibra de madera, la fibra de vidrio, las perlas EPS de grafito y las planchas de poliestireno extruido.
El cartón yeso también es un excelente material pero por si solo no funciona como aislante sino en combinación de otro material como la fibra de vidrio por ejemplo.
Para realizar un aislamiento acústico o térmico un material recomendado es la lana de roca, solo presenta un inconveniente, ya que necesita un mínimo de 50 mm y esto reduce las dimensiones del espacio, el precio puede ser un poco elevado debido a que contrarresta tanto el frío como el ruido.
Si cuentas con un espacio reducido, puedes utilizar placas de poliestireno extruido si no tiene mucha altura tu buhardilla, ya que es tipo de material no permite que el suelo se eleve mucho y con la humedad no sufre ninguna modificación.
Los sistemas más utilizados para aislar el techo de una buhardilla
Existen diferentes sistemas que permiten realizar un aislamiento al techo de una buhardilla, los cuales te ofrecerán los mejores resultados solo debes saber cuál de ellos es el que mejor se adapta a tus necesidades. También debes tener en cuenta si el aislamiento se hará en el interior o en el exterior.
La mayor parte de la responsabilidad del aislamiento térmico de un techo recae sobre el diseño de la cubierta. Por tanto, si ésta ha sido construida de manera deficiente desde el punto de vista de la eficiencia energética, por mucho que intentemos arreglar desde el interior del inmueble afectado las carencias del elemento constructivo que nos separa del exterior, no estaremos sino poniendo parches al problema. Hay que tener en cuenta que la cubierta de un edificio recibe más del 50% de la radiación solar total del mismo.
Evidentemente, la problemática de aislar una casa construida es muy diferente si se trata de una vivienda unifamiliar o un edificio plurifamiliar o público. En el primer caso tenemos mucho más margen para realizar modificaciones proyectuales que minimicen el impacto de los rayos solares, porque solamente somos nosotros los propietarios del inmueble. En un edificio plurifamiliar, debemos contar con el beneplácito de la comunidad de vecinos y no digamos ya en un edificio público. Pero el camino principal es modificar la configuración o el diseño de la capa superior del edificio sin traumatismos.
Techos aparentemente adiabáticos
Otra casuística es la de una vivienda cuyo techo da a otra vivienda que no se usa porque está vacía o porque su propietario la utiliza los fines de semana o en temporadas determinadas: la segunda vivienda. En este caso, aunque se supone que el forjado que divide ambos inmuebles es adiabático – no hay pérdida de calor por ninguna de las dos partes -, la diferencia de uso hace que la energía empleada para mantener habitable el piso en uso escape hacia el espacio no acondicionado por estar no usado. Lo mismo ocurre en inmuebles de uso distinto: viviendas cuyo techo da a una oficina o un despacho, que pueden no coincidir en periodos de climatización.
Por tanto, recaerá en el diseño del falso techo o del trasdosado del forjado la responsabilidad del aislamiento térmico. Para aislar el techo de un piso, en el mercado existen infinidad de opciones más allá del típico falso techo que sólo sirve para ocultar parte de las “tripas” del edificio. Si disponemos de un techo de chapa barato pero que estéticamente nos conviene, siempre se pueden realizar las modificaciones desde el interior del mismo como si se tratase de un panel sándwich con solamente una rebanada de pan.
Aislar un techo sin obra
Supongamos que por razones económicas o las dictadas por las ordenanzas de la edificación del municipio donde se halla nuestra vivienda, no podemos realizar ninguna obra de gran calado para modificar la configuración arquitectónica de nuestra cubierta. La alternativa es más primitiva y puede que no resuelva del todo temas como puentes térmicos, pero se trata de introducir el aislamiento térmico en la cara interior del techo o insuflarlo a través de alguna apertura, si existe cámara de aire intermedia o el tejado es de tabiquillos conejeros.
Metafóricamente hablando, la primera opción es forrar parte de la habitación como si se tratase de una camiseta interior. La segunda es ponerle a la casa un gorro. En todo caso, son soluciones que palian en parte la diferencia térmica, pero no la arreglan del todo. Si el piso no dispone de falso techo, es un buen momento para instalar uno sofisticado siempre que se cumpla la normativa sobre altura mínima.
Puentes térmicos del techo
El techo no acaba en el borde definitorio del mismo, sino que afecta directamente al encuentro con la fachada y con los elementos de la misma, como bien se contempla en todos los programas de certificación energética. Por tanto, el tratamiento de puentes térmicos como cajas de persianas, dinteles, claraboyas, chimeneas y demás elementos “calientes” es clave para reducir el intercambio de radiación.
Lo mismo sucede si el techo de la vivienda da a un local o a otra vivienda de uso horario diferente: ojo con bajantes compartidos, shunts, extractores de cocina, y, sobre todo, elementos constructivos compartidos. Quizás el aislamiento térmico a añadir debe prolongarse a los susodichos elementos y, como se comentó en el otro punto, no limitarse a “vestir” el falso techo o el forjado.
Cómo aislar un techo del frío y calor por fuera
Si queremos aislar un techo del frío (o del calor) de manera adecuada, tenemos que actuar en el orden correcto. Por tanto, tendremos que comenzar por estudiar y analizar si el frío y la humedad pueden entrar, porque el aislamiento exterior del techo no es suficiente.
La sensación de humedad elevada, o incluso las temidas goteras, acrecentan todavía más el frío dentro de una casa, por tanto en primer lugar tendremos que asegurarnos de que esté bien impermeabilizada. Te aconsejamos que revises todas las juntas y posibles huecos al colocar las capas de impermeabilizante para que no pueda entrar ni una sola gota. Sobre todo en especial cuidado si tu tejado está construido con tejas, porque es más fácil que el agua encuentre cualquier pequeño espacio para entrar en tu vivienda.
También te recomendamos que si tu tejado es de tejas, te hagas con unas membranas transpirables. Son unas capas finas que facilitan la regulación de la temperatura del interior de tu casa y además reducen el riesgo de sufrir problemas de condensación por una temperatura excesivamente alta en el interior en contraste con la humedad del exterior.
Cómo aislar un techo del frío y calor
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Por Irene Sastre Díaz. 17 julio 2018
Cómo aislar un techo del frío y calor
Cuando compramos nuestra nueva casa, hay muchos aspectos que entramos a valorar. ¿Queremos un casa independiente o un apartamento? ¿Preferimos un bajo o un ático? En el momento de decidirnos, tenemos que tener en cuenta ciertas características de la casa que vamos a comprar que luego pueden afectarnos a nuestro día a día, sobre todo teniendo en cuenta el clima del lugar en el que vivimos.
Un gran número de personas optan por las casas independientes, chalets o áticos, porque tienen más espacio y porque normalmente de esta forma el factor "vecinos molestos" suele verse bastante reducido. Además cuentan con más espacio y, probablemente, en caso del ático, una gran terraza. Pueden parecer todo ventajas, pero cuando llega el invierno, si la zona del techo no está aislada adecuadamente, nuestra casa se puede convertir en una nevera. Si antes de que llegue esta estación quieres buscar una solución
También te puede interesar: Cómo aislar un ático
Índice
Cómo aislar un techo del frío y calor por fuera
Cómo aislar una vivienda por el interior
Aislamiento térmico de techos sin obra
Cómo aislar un techo del frío y calor por fuera
Si queremos aislar un techo del frío (o del calor) de manera adecuada, tenemos que actuar en el orden correcto. Por tanto, tendremos que comenzar por estudiar y analizar si el frío y la humedad pueden entrar, porque el aislamiento exterior del techo no es suficiente.
La sensación de humedad elevada, o incluso las temidas goteras, acrecientan todavía más el frío dentro de una casa, por tanto en primer lugar tendremos que asegurarnos de que esté bien impermeabilizada. Te aconsejamos que revises todas las juntas y posibles huecos al colocar las capas de impermeabilizante para que no pueda entrar ni una sola gota. Sobre todo ten especial cuidado si tu tejado está construido con tejas, porque es más fácil que el agua encuentre cualquier pequeño espacio para entrar en tu vivienda.
También te recomendamos que si tu tejado es de tejas, te hagas con unas membranas transpirables. Son unas capas finas que facilitan la regulación de la temperatura del interior de tu casa y además reducen el riesgo de sufrir problemas de condensación por una temperatura excesivamente alta en el interior en contraste con la humedad del exterior.
Cómo aislar un techo del frío y calor - Cómo aislar un techo del frío y calor por fuera
Cómo aislar una vivienda por el interior
Aunque es cierto que primero hay que prestar atención al aislamiento por el exterior, el más importante es el interior, ya que es el más efectivo para aislar el frío. Antes de elegir cómo vas a proceder, hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
El aislamiento va a disminuir el espacio: y es algo que notarás sobre todo en el caso de una buhardilla.
La manera de aislarlo: esto depende del nivel de las temperaturas en los meses de más frío de tu zona.
En el caso de que el frío no sea muy extremo en el lugar donde vives, el aislamiento no te requerirá mucho espacio. Te recomendamos que optes, por ejemplo, por rollos hechos a partir de capas muy finas de polietileno y aluminio (en algunos sitios reciben el nombre de rollos reflexivos) y que como máximo son de unos quince milímetros de grosor. Además, colocarlos es muy sencillo, solo tienes que graparlos a la madera y después taparlos con cartón yeso.
Pero si las temperaturas en invierno son más frías, tendrás que usar un aislante más potente. En este caso, te aconsejamos que recurras a capas de lana roca, lana vidrio o poliestireno expandido. Y recuerda que el grosor tiene que ser como mínimo de 90 milímetros. La colocación de las mismas es igual que las explicadas anteriormente.
Aislamiento térmico de techos sin obra
Hay un gran número de personas que no quieren instalar capas ni paneles térmicos y se inclinan finalmente por otra solución: la pintura. Puede que al principio esta alternativa no te convenza, pero funciona. De hecho, para muchos esto es el mejor aislante término del mundo. Este tipo de pintura aislante se llama de anti condensación.
Se trata de una pintura que se puede utilizar en cualquier tipo de habitación interior. Es mate y acrílica y funciona porque se compone de un conjunto de esferas muy pequeñas que conforman una barrera muy fina pero eficaz que mantiene el calor dentro de la estancia, como una especie de barrera térmica.
Además también es útil para regular la temperatura interior de la habitación, evitando la aparición de la condensación. Dependiendo de las marcas encontrarás distintos colores, desde uno 'invisible' que respeta el tono que has elegido, hasta una gama amplia de distintas tonalidades para tus habitaciones.