Disponer de un espacio destinado a trastero es casi un lujo hoy en día y, cuando se tiene, a menudo termina siendo un lugar donde vamos acumulando de forma indiscriminada todo lo que nos va sobrando por casa. Así que lo que era un desahogo en términos de almacenaje pasa a convertirse en un desastre incontrolado que hace que buscar algo en él se convierta en misión imposible. Un análisis de nuestras necesidades de almacenaje, una correcta distribución del espacio y la instalación del equipamiento más adecuado para cada cosa, serán tus aliados a la hora de sacar el máximo partido a esta habitación funcional por excelencia.
Analiza tus necesidades. ¿Te imaginas lo poco práctico que sería un armario sin barras para colgar, estantes o cajones? La ropa acabaría amontonada en su interior y vestirse cada mañana sería una auténtica odisea, aparte de que las prendas estarían siempre arrugadas. Pues esto mismo es lo que sucede en un trastero que no cuente con prácticamente ningún tipo de equipamiento, por eso todo termina sin orden ni concierto.
Para evitar esta situación, hay que dedicar unos minutos a analizar cuáles son nuestras necesidades de almacenaje, ya que de ello dependerá el tipo de mobiliario que nos haga falta. Puede que tengamos mucha ropa de otras temporadas y lo más práctico sean unos módulos tipo armario, o muchos objetos personales que tengamos que preservar del polvo y la humedad en cajas herméticas; o bien que tengamos muchas herramientas o equipos de deporte voluminosos que requieran sistemas abiertos o sujeciones a la pared. Sea cual sea el caso, veamos algunas soluciones de organización prácticas.
Una adecuada distribución. Primero de todo, conviene hacerse con lápiz y papel y, tras tomar medidas que nos indiquen el espacio con el que contamos, hay que intentar aprovecharlo al máximo mediante una optimizada distribución.
Ten en cuenta que las disposiciones en U son las que sacan mejor partido a los metros disponibles, aunque si el espacio es muy pequeño una distribución en L permitirá moverse con mayor comodidad.
En habitaciones estrechas, zonas de paso o espacios compartidos, como en el caso de los garajes, las disposiciones en línea son las más indicadas. De la combinación del espacio disponible y el tipo de cosas que necesites guardar obtendrás qué tipo de elementos necesitas: armarios, estanterías, barras de colgar, altillos…
Todo a la vista. Poner unas estanterías es de las opciones más versátiles para organizar un trastero, ya que pueden combinarse con todo tipo de cajas y contenedores. Trata de que aprovechen el espacio de suelo a techo. Las metálicas son muy resistentes y duraderas, aunque las opciones de madera o aglomerados suelen ser más económicas, por lo que su elección dependerá del peso que vayan a soportar y del lugar donde vayan a colocarse. El único inconveniente de las estanterías es que no protegen su contenido frente a la acción del polvo o la luz, por lo que los elementos más delicados, como ropa o recuerdos, deberán guardarse en cajas hermética.
En suspensión. Los sistemas de rieles fijados a las paredes combinan ligereza visual y versatilidad, ya que no solo se puede modificar su disposición fácilmente sino que suelen poder completarse con todo tipo de elementos, como barras para colgar ropa, cestas, estantes, contenedores de reciclaje, etc. Si te decides por una propuesta mural, liberarás espacio en el suelo y resultará más fácil acceder a esa zona
Soluciones flexibles. Puesto que las necesidades de almacenaje suelen ir cambiando con el paso del tiempo, las propuestas modulares que pueden modificar su disposición y ampliarse son una opción en la que es conveniente pensar desde el principio. Los sistemas murales compuestos por raíles o placas, en los que fijar estantes, ganchos, cajones y todo tipo de módulos, permiten ir modificando y ajustando su composición con un simple gesto. Además ocupan poco espacio, por lo que son una buena solución para zonas pequeñas
Múltiples utilidades. Los sistemas de armarios permiten combinar distintos elementos para adaptarse tanto al espacio disponible como al tipo de elementos a guardar. Las versiones de resinas sintéticas son perfectas para espacios sometidos a especiales condiciones de humedad o incluso a la intemperie, al tiempo que resultan muy ligeras y ofrecen una gran durabilidad sin ningún requisito de mantenimiento.
Equipamiento interior. Para optimizar la capacidad de cualquier módulo de almacenaje conviene equiparlo con accesorios adaptados a los objetos que se guardarán en ellos. Los huecos abiertos son adecuados para objetos voluminosos, aunque conviene ajustar los estantes a la altura de los elementos, para no desperdiciar ningún hueco. Las baldas deberán ser extraíbles en muebles con una profundidad de más de 30 centímetros y las cestas de rejillas son una mejor opción que los cajones ciegos para poder localizar lo que se busca de un vistazo.
Más allá del equipamiento interior elegido, hay que procurar ordenar las cosas por frecuencia de uso, reservando las zonas más altas para las que no necesitemos habitualmente o para prendas y ropa de cama de otras temporadas. En el caso de la ropa, conviene además protegerla del polvo y las polillas con fundas de tela.
Aprovecha la altura. En garajes estrechos o donde no puedas prescindir de la anchura del espacio con estanterías o armarios, una buena solución es integrar altillos fijados en el techo. Los hay para colocar en las esquinas o para suspender en medio de la estancia, sobre el coche aparcado, por ejemplo. Realizados generalmente en rejilla metálica, para que resulten más ligeros y permitan ver rápidamente lo que se busca desde abajo, pueden completarse con ganchos para colgar otros elementos voluminosos, como bicicletas o equipamiento deportivo.
Propuestas a medida. Aunque las soluciones modulares permiten realizar todo tipo de composiciones, para aprovechar hasta el último rincón de nuestro hogar con el objetivo de habilitar un trastero nada mejor que recurrir a los muebles a medida.
Si bien disponer de una habitación independiente es lo más cómodo para integrar un trastero, hay otros espacios que pueden cumplir esta función.
Un buen ejemplo de ello es esta escalera, cuyo hueco se ha convertido en una práctica zona de almacenaje auxiliar mediante módulos extraíbles hechos a medida, que aprovechan toda la profundidad del mismo y permiten un acceso total a las cosas guardadas. Además, al tratarse de elementos independientes entre sí, permiten organizar las cosas por tamaños o tipologías.
A modo de cobertizo. Una forma sencilla de ganar un trastero si tenemos un espacio exterior como un jardín, un patio interior o incluso una terraza amplia es mediante la instalación de una caseta.
La oferta de modelos existente es muy variada e incluye todo tipo de tamaños, capacidades y estilos. Las de madera son las más decorativas, aunque hay que asegurarse de que estén preparadas para su uso en el exterior con tratamientos insecticidas y fungicidas, e incluso así requieren un mantenimiento periódico con barnices o lasures para evitar que se agrisen por la acción del sol y la lluvia.
Las de acero galvanizado son muy resistentes, al igual que las de resina y, en ambos casos, son fáciles de limpiar y no requieren ningún cuidado especial.
Un práctico arcón. Si no cuentas con espacio suficiente para una caseta, opta por un arcón de apertura vertical de los que están preparados para su uso al aire libre. Cuentan con una gran capacidad interior para guardar bicicletas, herramientas o cualquier otro objeto voluminoso en un espacio muy contenido. Completamente estancos, incorporan también cierres de seguridad para evitar robos, así como tratamientos especiales para estar a la intemperie.
Cómo puedo hacer un trastero en mi terraza y solucionar problemas de espacio
Uno de los problemas a los que más nos enfrentamos en el vaciado de pisos es la falta de espacio en las viviendas. Ocurre sobretodo en inmuebles en grandes ciudades como Madrid en las que los pisos suelen ser mínimos, pero también en localidades más pequeñas. Sin embargo, si tienes una terraza en casa es posible solucionar el problema construyendo tu propio trastero fuera. Aunque debes tener en cuenta que las terrazas habitualmente forman parte de las zonas comunes del edificio. Así que por si te estás preguntado “¿cómo puedo hacer un trastero en mi terraza?” hoy te contamos los pasos que debes seguir.
Antes de hacer nada, recuerda pedir permiso a la comunidad de vecinos
Por raro que parezca, las terrazas de los edificios, aunque estén certificadas como privativas en el Registro de la Propiedad, son un elemento común. De tal manera que cualquier modificación que se quiera hacer debe ser sometida a la junta de propietarios tal y como establece la ley de propiedad horizontal.
Nuestra experiencia en vaciados y limpiezas de trasteros nos dice que lo más habitual es que haya problemas y se conceda la autorización para hacer la obra. Pero siempre se debe contar con el beneplácito del resto de propietarios.
Solicita la licencia correspondiente en el ayuntamiento
Una vez la comunidad de propietarios haya aprobado unánimemente la construcción del trastero en la terraza el siguiente paso es pedir la licencia municipal en el ayuntamiento. Un técnico se encargará de evaluar si la obra es viable y el propietario de la casa tiene que pagar los impuestos que correspondan.
Contacta con un profesional para construir el trastero
El trastero que se haga debe cumplir con todas la medidas de seguridad, por lo que lo que lo más recomendable es contar con un experto para llevar a cabo la obra. Aunque solo sea una habitación que se haga como extensión de la casa o de manera independiente, deberemos suministrarle luz y, en ocasiones, agua. Un fallo en la construcción puede tener consecuencias negativas para la comunidad, lo que supondría un problema para la persona que haya hecho el trastero. Y en muchos casos su demolición, un motivo más común de lo que parece para el vaciado de trasteros.
Una vez esté terminado el trastero es recomendable hacer un plan que determine la manera de almacenar las cosas. En estanterías, en cajas, con módulos, etiquetas, etc. Así se podrá facilitar la limpieza del trastero al mismo tiempo que se logra un aprovechamiento mayor y por tanto más espacio de almacenaje en la práctica. Una opción más que viable para poder liberar espacio en casa y solucionar problemas a la hora de guardar las cosas.