Armarios para el dormitorio, imprescindibles
Por supuesto, un armario para una sola persona no es igual que el de una pareja… ¡Es un auténtico lujo! Por pequeño que sea tu dormitorio, si no compartes el ropero tendrás un mínimo de dos cuerpos enteros para ti. Y también todos los cajones.
A todos nos encanta tener muebles versátiles que nos hagan la vida fácil. Este armario ropero con dos puertas correderas y 3 baldas tiene una limpieza muy sencilla y se ha convertido en un indispensable tanto en entradas como en habitaciones. Tiene una distribución muy eficaz, con 1 barra de aluminio y tres baldas. Viene en kit listo para montar y cuenta con el sello PEFC, que certifica que es un producto respetuoso con el medio ambiente, procedente de bosques gestionados de forma sostenible. Si lo equipas con accesorios prácticos como pantaloneros, corbateros, cestas extraíbles, zapateros… ¡tu armario ofrecerá un sinfín de posibilidades!
¿Sois dos a compartir y no hay mucho espacio? Anímate a colocar un armario ropero de suelo a techo y de tres cuerpos. Cada uno contaréis con uno de los cuerpos laterales y podréis compartir el central. De nuevo, equipar el interior con los accesorios adecuados os ayudará a multiplicar la capacidad del armario y hará mucho más sencilla la tarea de encontrar cada prenda.
Si en el dormitorio hay espacio suficiente, siempre merece la pena invertir en un armario a medida. Permiten aprovechar cada centímetro y crean uniformidad, ya que ocupan la pared de suelo a techo. En este precioso dormitorio, lleno de luz y de estilo, el armario lleva puertas de espejo. Un acabado que vuelve a estar de moda, perfecto para habitaciones donde se quiera duplicar la luz y aumentar la sensación de espacio. ¡Y son perfectos para ver tu outfit completo antes de salir de casa!
Armarios para habitaciones infantiles y juveniles: adaptados a sus necesidades
¡Qué difícil es conseguir que los niños y los adolescentes mantengan su dormitorio ordenado! Pero muchas veces, el problema no está tanto en la actitud como en el sistema de almacenaje. Es habitual que el armario del niño se le haya quedado pequeño con el paso de los años: la ropa se amontona de cualquier manera, los zapatos campan a sus anchas y el material deportivo invade la habitación. Es fundamental equipar el espacio con armarios y sistemas que les resulten cómodos, fáciles de organizar y que les permitan encontrar todo a la primera.
No es necesario elegir un armario espectacular. Basta con un ropero modular (como los de nuestra gama Spaceo Home) que tenga dos o tres cuerpos, barra para colgar con perchas, estantes superiores de fácil acceso para objetos y juegos (conviene utilizar cajas de tela y de plástico para organizarlo todo bien), estantes para camisetas y jerséis, tres o cuatro cajones y algunos accesorios, como unas cestas extraíbles o un zapatero. Si eliges un armario blanco y liso, puedes proponerles que lo decoren con vinilos autoadhesivos para crear un diseño único lleno de personalidad. ¡Déjales participar en la decoración de su espacio! Los armarios de la serie son perfectos para este tipo de habitaciones.
Un armario para el recibidor, el recurso más útil
Es habitual poner armarios en el dormitorio. Sin embargo, también son una solución muy práctica en zonas como la entrada, un lugar ideal para colocar los abrigos, las chaquetas e incluso los zapatos. En esta parte de la casa puedes optar por distintas solucione:; la opción ideal son los armarios modulares de la gama Home, que te permitirán aprovechar al máximo tu espacio y conseguir esa sensación de orden que tanto deseas al entrar en casa. Cualquier rincón desaprovechado que no se utilice para nada puede ser perfecto para ubicar una zona de almacenaje con estantes, puertas, barras o zapatero.
Armarios para huecos difíciles modulares y a medida
Cuando hablamos de “huecos difíciles”, nos referimos a esos rincones con techo inclinado o abuhardillado, o que se encuentran debajo de una escalera o una estructura irregular. Una de las opciones para equipar estos huecos con armarios es encargar diseños a medida: quedarán perfectos y se integrarán de maravilla con la pared. Pero también hay una alternativa más económica, que puedes montar tú mismo y con resultados fantásticos: los armarios modulares. Como su propio nombre indica, están formados por módulos de distintos tamaños y formas que encajan perfectamente entre sí. Con ellos puedes crear composiciones muy variadas, que se adaptan bien a los techos inclinados o las zonas de acceso complicado. Además, los distintos acabados te permiten crear combinaciones dinámicas y originales: ¡huye de la monotonía y atrévete a arriesgar!
El hueco bajo la escalera es perfecto para crear una zona de almacenaje con puertas. Pero también lo es esa zona de la buhardilla o el ático donde el techo inclinado es demasiado bajo. No la utilices para poner camas o sofás: es más que probable que os golpeéis la cabeza a menudo. En su lugar, sácale partido con un armario que se adapte a su tamaño y su forma. Este espacio puede ser perfecto para montar ese vestidor de lujo con el que siempre has soñado, y para el que puedes elegir módulos sin puertas. O para colocar una serie de armarios modulares en los que guardar la ropa de temporada, las mantas, los edredones… Y recuerda: si el espacio no es muy grande, conviene elegir puertas correderas en lugar de abatibles. Ganarás un mínimo de 50 cm de espacio, y mucha comodidad.
Y en el pasillo, ¡también! individuales o de pared a pared
Si tienes un pasillo con un ancho mínimo de 140 cm, no lo dudes: merece la pena instalar armarios y aprovecharlo para añadir espacio de guardado. El truco para que no parezca pequeño y atestado de muebles es integrar las puertas con el resto de las paredes, y asegurarte de que hacen juego con las puertas de la casa.
Los vestidores, también conocidos en ciertas zonas como armarios closet, merecen un capítulo aparte. En esencia, cumplen la misma función que un armario ropero pero, en la práctica, su estructura ofrece diferencias con respecto a un guardarropa tradicional. La más significativa tiene que ver con la posibilidad de colarse en su interior con el fin de vestirse, ordenar ropa y complementos e, incluso, dedicar unos instantes a la inspiración. La clave está en que suelen ocupar una estancia propio o, en algunos casos, un espacio generoso dentro del dormitorio.
No obstante, su ubicación es flexible y, aunque lo habitual es que complemente o forme parte del área de descanso, hay multitud de escenarios donde tiene cabida. Su interior ofrece un universo de posibilidades en términos de organización y estética que pasan, entre otras cosas, por la elección de materiales para revestirlo, el sistema de cierre, la introducción de elementos tales como estantes o colgadores, cajoneras, muebles zapateros… En lo que respecta su decoración, no hay que olvidar instalar una correcta iluminación así como detalles en forma de espejos, otomanas o similares que contribuyan a la comodidad.
Como decíamos, el espacio es importante. Muchos armarios modernos apuestan por medidas estándar que permiten, en cierto modo, abaratar los costes de producción. Sin embargo, en ocasiones, es necesario ajustar estas piezas a necesidades concretas. Los armarios a medida son una alternativa a tener en cuenta cuando se trata de optimizar el espacio dentro del hogar. La intervención de un profesional no es apropiada únicamente para casas pequeñas sino que puede contribuir gratamente a mejorar la organización de viviendas más espaciosas.
Los armarios no son patrimonio exclusivo del dormitorio, de hecho, las soluciones diseñadas a medida tienden a estar ubicadas en espacios recónditos. Los armarios de cocina son también muy populares y es que hablamos de una estancia en la que la organización es fundamental. Lo mismo ocurre en el baño, un escenario en el que armarios y estantes suelen combinarse para crear composiciones adaptadas a espacios con características y necesidades concretas.
En ambos casos, las posibilidades son de lo más variopinto: armarios de pared, bajos, auxiliares, aparadores… Los diseños, materiales y dimensiones cambian dependiendo de los fines para los que sea requerida su presencia pero, en cualquier caso, contribuyen notablemente al mantenimiento del orden y la estética de cualquier estancia.