Elige bien los materiales Para este trabajo es importante que elijas bien los materiales:
Pintura
Tienes la opción de usar tanto pintura acrílica como sintética. Es una decisión muy importante, porque tanto brocha como rodillo deben adecuarse a ello:
Pintura sintética: tiene mayor durabilidad a lo largo de los años, pero al funcionar a base de disolvente, es recomendable que pintes al aire libre y debes de tomar mayores precauciones, como proteger la zona donde vayas a trabajar y usar mascarilla y guantes. Además, necesitarás disolvente o aguarrás para limpiar todos los utensilios que emplees.
Pintura acrílica: al ser a base de agua, te permite pintar con las puertas colocadas o trabajar en el interior. Es menos engorrosa, tanto en la limpieza de los utensilios como en su toxicidad.
Ya sea sintética o acrílica, te recomendamos que te decidas por una buena pintura cubre y se estabiliza mejor dejando un resultado más fino y profesional, sin necesidad de barnizado.
Los colores claritos como el blanco porque da luminosidad pero también existen intensos colores para los más atrevidos. En cuanto al tipo de acabado nuestra recomendación es el satinado, ya que en el mate se ve más el roce de las manos
Si estás pensando en cambiar el color de tus puertas pero no quieres invertir en un lacado industrial, aquí tienes unos consejos que te serán muy útiles para hacerlo tú y que, además, parezcan nuevas. Pintar puertas a brocha y rodillo o con pistola: elige la manera que se amolde mejor a ti, ¡es mucho más fácil de lo que piensas!
5 consejos para pintar puertas y obtener un resultado ideal
1 Elige bien los materiales
Para este trabajo es importante que elijas bien los materiales:
Pintura
Tienes la opción de usar tanto pintura acrílica como sintetica. Es una decisión muy importante, porque tanto brocha como rodillo deben adecuarse a ello:
Pintura sintética: tiene mayor durabilidad a lo largo de los años, pero al funcionar a base de disolvente, es recomendable que pintes al aire libre y debes de tomar mayores precauciones, como proteger la zona donde vayas a trabajar y usar mascarilla y guantes. Además, necesitarás disolvente o aguarrás para limpiar todos los utensilios que emplees.
Pintura acrílica: al ser a base de agua, te permite pintar con las puertas colocadas o trabajar en el interior. Es menos engorrosa, tanto en la limpieza de los utensilios como en su toxicidad.
Ya sea sintética o acrílica, te recomendamos que te decidas por una pintura de alta calidad: cubre y se estabiliza mejor dejando un resultado más fino y profesional, sin necesidad de barnizado.
El color tendencia es el blanco por que da luminosidad pero también existen intensos colores para los más atrevidos. En cuanto al tipo de acabado nuestra recomendación es el satinado, ya que en el mate se ve más el roce de las manos.
Pintura y papel pintado
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Brochas, rodillos y pistolas
Los pinceles y brochas tiene las cerdas más finas para pintura al agua. Por su parte, rodillos pueden ser de fibra o espuma: en este caso el resultado es muy semejante. Las de fibra son de poliamida con pelo muy corto y las de espuma tienen un poro micro por lo que no dejan burbujas. Estos también cogen más pintura por lo que cubren más en cada pasada.
Si te decantas por utilizar pistola, recuerda rebajar la pintura que hayas elegido para un mejor resultado, bien con disolvente o con agua.
Primero quita las manillas, las bisagras y el mecanismo de la puerta para poder trabajar con mayor tranquilidad.
Protege tanto la zona donde vayas a pintar la puerta como las uniones del marco con la pared o los cristales, te asegurará un acabado perfecto. Tómate tu tiempo en colocar bien la cinta carrocero en los cristales y recuerda: al retirarla cuando esté seco, pasa un cutter por la unión para no llevarte pintura que estropee tu trabajo al final.
Limpia bien las puertas con amoniaco para que la superficie no tenga manchas ni zonas grasas por el contacto con las manos.
Cuanto si vas a pintar con la puerta colocada como si decides trabajar sobre una mesa, sigue siempre el mismo orden. Si la puerta tiene alto brillo te recomendamos primero lijar la superficie para ganar porosidad, y apliques una primera capa de imprimación. El acabado final será espectacular.
Comienza siempre con la brocha llegando a las molduras o relieves que tenga la puerta.
Utiliza el rodillo para los bordes y rincones más inaccesibles.
No cargues mucho la brocha y da pasadas largas en una dirección sin dejar acumulaciones, estira bien la pintura.
Ten cuidado sobre todo en las uniones con cristales: es preferible pasar dos veces. Luego cubre bien las superficies planas con rodillo.
Con la absorción solo necesitas cubrir toda la superficie, no te preocupes si ves las pasadas, con las manos de pintura quedará todo igualado y liso.
Una vez tengas la mano de imprimación, utiliza el mismo orden con la pintura. Es importante, porque en la segunda mano no podrás controlar tanto dónde has dado y donde no. Así te aseguras que toda la puerta tenga las mismas manos y no se vean aguas al final.
en paciencia con el tiempo de secado: sigue las indicaciones del fabricante y no tengas prisa. Si la zona aún tierna recibe un toque, se levantará y te será más difícil disimularlo después.
Si utilizas pinturas acrílicas escoge una buena alta calidad verás que cubren muy bien y apenas dejan burbujitas, pero si eres un perfeccionista utiliza lija de gramaje muy fino, y a poder ser al agua. Verás que el acabado es impresionante.
Lija siempre cuando tanto pintura como imprimación haya secado y madurado bien. La paciencia es la madre de la ciencia, ¡no lo olvides!
Con las puertas ya terminadas, si quieres darle un efecto aún más de puerta nueva, te recomendamos que cambies los picaportes Es un pequeño cambio pero será un punto diferenciador importante. Elige unas picaportes de otro estilo, más acorde al color de tus nuevas puertas.
Con paciencia, materiales de alta calidad, utensilios específicos para la pintura que vayas a elegir, y nuevas manillas podrás pintar tus puertas y darles un aspectos renovado. Tu casa cambiará totalmente con un poco de dedicación. ¡Disfruta del resultado y luce tu hogar renovado!
Aunque todo dependerá del espacio del que dispongas, si quitas la puerta de su posición tardarás bastante más, ya que tendrás que aplicar las capas de imprimación y pintura por una cara, esperar a que se seque y, después, hacer lo mismo por la otra cara. Mientras que si está colocada en su posición, puedes pintar una cara mientras se seca la otra.
En este caso, tendrás que elegir qué es más cómodo para ti y si puedes tener una habitación sin puerta durante varios días.
Para pintar las puertas y que el resultado sea estupendo, te recomendamos que retires la maneta para que pintar la puerta sea más cómodo. De hecho, si vas a pintar las puertas de toda la casa es un buen momento para plantearte renovar todas las manetas. Asimismo, si dejas la puerta en su posición, deberás proteger bien todos los elementos que la rodean con cinta de pintor: desde las bisagras al suelo, así como todos los elementos que no quieras pintar.
Es mejor dar más capas de pintura y que sean finas que no menos y que sean gruesas, lo que podría provocar que, después, la puerta no cierre tan bien como lo hacía antes. Para ello, humedece el rodillo en el bote de pintura y, después, reparte la pintura en la cubeta manual.
Para no tener que dar muchas capas, aplica una pintura con un alto nivel de cubrición, de manera que no tengas que dar más de un par de manos de pintura. Una buena opción es emplear esmalte al agua, que tiene una gran cubrición, es resistente, fácil de aplicar y amarillea mucho menos que los esmaltes sintéticos.
En el caso de que las puertas puedan sufrir golpes (con bicicletas) o arañazos (con mascotas como perros y gatos), aplica un
barniz de poliuretano, que es uno de los más resistentes. Esta capa extra de protección hará que la pintura dure más tiempo.
La imprimación permite que la pintura agarre mejor sobre la superficie. Asimismo, si las puertas de tu casa son muy oscuras, la imprimación hará que tengas que dar menos capas de pintura y conseguirás un color más luminoso. Al dar una imprimación de color blanco, estarás aclarando la superficie para que no sea necesario dar tantas capas de pintura.
Si la pintura de acabado es buena, solo será necesario que apliques una sola capa de imprimación. Ten en cuenta que no es necesario que la capa de imprimación blanquee completamente la superficie como lo hará la pintura de acabado.
Los fabricantes recomiendan esperar entre 12 y 24 horas para pintar la pintura tras la imprimación, pero cuanto más esperes el resultado será mejor. Ten en cuenta que, aunque parezca seco, se trata de un secado superficial. Pero el endurecimiento total es más lento. De hecho, pueden pasar semanas hasta que la puerta esté completamente seca.
Al aplicar la primera capa, hazlo de manera uniforme y con el rodillo. Si tiene molduras, tendrás que insistir en las esquinas y rincones con la brocha. Pero ten en cuenta que se notará dónde has aplicado la pintura con la brocha, por lo que puedes utilizar el rodillo, presionando en las esquinas para rellenar las esquinas. Después, extiende la pintura con el rodillo intentando acercarte lo máximo posible a las esquinas. El resultado será mejor que con la brocha.
Después de aplicar la imprimación y la primera capa de pintura y esperar a que la pintura se seque, lija la superficie, de manera que eliminarás cualquier posible imperfección y prepararás la puerta para la segunda mano. Puedes emplear el mismo tipo de lija que has usado al principio (de grano medio). Después aplica la segunda capa.
Cuando hayas dado todas las capas es recomendable, de nuevo, lijar la puerta con una lija al agua de grano 500 o superior. Espera, al menos, 48 horas, y después pulveriza la puerta con agua y pasa la lija haciendo movimientos circulares. Conseguirás un acabado extra fino, como si fuera un lacado.